Independientemente de a qué te dediques, siempre hay algo que nos mueve, encontrar el por qué hacemos lo que hacemos hace una gran diferencia que se nota en los resultados que obtenemos, aquí te cuento mi conclusión.

Alguna vez has pensado cómo le hacen ciertos fotógrafos que quizá tú consideres que su técnica no es la mejor (según tus parámetros) pero aun así tienen agenda llena y les va super bien?

¿Qué hacen diferente a lo que tú haces? es el equipo que tienen? es su estrategia? puesto que quizá sientas que tienes más experiencia, más contactos, etc. Pero ¿por qué el resultado es diferente?.

Debo confesar que fue un pensamiento que cruzó por mi cabeza varias veces, primero porque me sentía superior en algo, cuando en realidad no es así y segundo porque quería entender qué es eso que estaban haciendo ellos para que les fuera de manera distinta.

Me llevó bastantes años entender y estudiar los distintos comportamientos, escuchar las quejas comunes que tenemos los fotógrafos como: es que siempre me piden descuento, no me va chido porque no hay quien quiera sesiones, quisiera hacer tal tipo de foto pero no tengo el equipo necesario, un sin fin de quejas que al final usamos para justificar el por qué no estamos actuando y excusar el por qué al otro si le va bien. 

Como te decía, me llevó mucho tiempo entenderlo, porque lo más fácil siempre es responsabilizar a todo lo externo de lo que nos sucede, es la manera más fácil de “protegernos” de que alguien más descubra el porqué no soy buena o bueno, porque la realidad es que la diferencia entre el fotógrafo al que le va bien y al que no le va tan bien, radica en la seguridad del porqué hace las cosas, está en la seguridad de saber que lo que está haciendo le está agregando valor a los demás, por que ese fotógrafo si se la cree, ese fotógrafo si sabe lo que hace, ese fotógrafo si se la compra y esa seguridad es la que transmite en su manera de actuar, en su manera de comunicarlo al mundo, y en lugar de estar buscando excusas de que le falta externamente para lograr algo, se pone las pilas con lo que tiene, agarra su cámara y va por el mundo feliz haciendo lo que mejor sabe hacer.

Porque te lo juro, lo he vivido cientos de veces, he visto fotógrafos que su técnica es muy diferente a lo que a mi me enseñaron, pero aun así, sus clientes aman su trabajo, sus clientes aman sus fotos y lo hacen porque transmite esa seguridad, esa pasión, cuando muestra su trabajo lo hace feliz, lo hace seguro de que es la mejor foto o al menos, mejor foto que la que el cliente pudo haber tomado por su cuenta y eso, eso es el valor de la fotografía, es aportar tu conocimiento, talento, técnica, tiempo, inversión en equipo, etc. a una persona que no lo tiene porque se ha dedicado a algo distinto que tú y por lo tanto te necesita para que captures ese momento lleno de felicidad por recibir a un nuevo integrante de la familia (baby born photography), o para capturar el momento donde está a punto de dar un gran paso en su carrera profesional y requiere de un retrato que muestre su personalidad para ser escogido, eso es lo que nosotros como fotógrafos hacemos y eso tiene un valor inmenso, pero todo va a depender de que tanto lo valores tu primero para que entonces, solo entonces, puedas comunicar ese valor a los demás.

Así que no tengas miedo de iniciar ese camino de introspección, porque ese camino te va a ayudar a entender realmente porqué haces lo que haces y por lo tanto descifrar el verdadero valor de tus fotografías.

Deseo desde lo más profundo de mi corazón que todos encontremos ese propósito por el cual hacemos lo que hacemos y descifremos el valor que aportamos al mundo con nuestra visión para poder ser retribuidos en consecuencia a eso.

¡Por una carrera llena de expansión, con amor, Odette!